El documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobado bajo el pontificado del papa Francisco, señala que hay una opción para bendecir a parejas en situaciones irregulares y a parejas del mismo sexo, pero sin establecer rituales eclesiásticos específicos para evitar confusiones con la bendición sacramental del matrimonio.
A pesar de ser realizada generalmente por un sacerdote, la bendición se define en la Iglesia católica como una invocación divina sobre una persona o una comunidad.
Esta apertura de la Iglesia hacia la bendición de parejas del mismo sexo, aunque inédita, genera tensiones dentro de la institución, especialmente entre sectores conservadores, principalmente en Estados Unidos.
A pesar de no tener respaldo oficial del Vaticano, algunos sacerdotes ya realizaban bendiciones para parejas del mismo sexo, sobre todo en países como Bélgica y Alemania.
El sacerdote estadounidense James Martin, conocido por su apoyo a la comunidad LGTB+, expresó su aprecio por esta decisión en las redes sociales, considerándola un avance significativo en el ministerio de la Iglesia hacia las personas LGTB+.
Sin embargo, esta modificación podría provocar una mayor oposición de la facción conservadora de la Iglesia, en un contexto donde las críticas de los conservadores hacia la dirección del Papa se están intensificando.
Este comunicado surge seis semanas después del cierre del Sínodo sobre el futuro de la Iglesia católica, un encuentro mundial en el que obispos, mujeres y laicos discutieron temas sociales, incluyendo la inclusión de personas LGTB y los divorciados vueltos a casar.
A principios de octubre, cinco cardenales conservadores instaron públicamente al Papa a reafirmar la doctrina católica sobre parejas homosexuales, aunque este asunto no fue abordado en el documento final del Sínodo.
En 2021, el Vaticano reafirmó su posición de que la homosexualidad es un ‘pecado’ y ratificó la imposibilidad de las parejas del mismo sexo para recibir el sacramento del matrimonio.
Desde su elección en 2013, el papa Francisco, quien aboga por una Iglesia ‘acogedora para todos’, ha generado controversias entre los conservadores, especialmente al restringir el uso de la misa tradicional en latín en 2021.
En 2013, apenas unos meses después de su elección, expresó: ‘Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?.