Madre Chilota viajó a Coquimbo para salvar a su bebé

Rafaella Mansilla es la progenitora de un recién nacido de dos meses de edad que ha estuvo bajo intubación en el Hospital de Castro por dificultades respiratorias durante varias jornadas en la Isla de Chiloé.

La mala evolución del bebé causó inquietud y alarma en la madre y el personal médico encargado de su cuidado. Pero la situación dio un giro inesperado cuando recibieron la notificación de una cama disponible en una ciudad distante del país.

El pequeño Joseph necesitaba una cama en el Hospital de Coquimbo para recibir tratamiento médico. A pesar de que su joven madre vivía a miles de kilómetros de distancia, no se rindió.

 

 

En cambio, vio esto como una oportunidad para salvar la vida de su hijo. La disponibilidad de la cama en el hospital significaba una luz de esperanza para el pequeño Joseph y su madre, quienes lucharían juntos contra los problemas de salud que estaban presentando.

Rafaella al enterarse de lo lejos que quedaba la ubicación dijo:«Ya, pero no importa. Lo que importa es que Dios escuchó nuestras plegarias».

 

Cabe mencionar que rafaella nunca habia ido tan lejos de donde vivía y tampoco había viajado en avión, lo que significó una situación de estrés.

 

Al llegar al centro de salud, Joseph sufrió un fallo cardiorrespiratorio, no obstante, el equipo médico pudo estabilizarlo.

«Estaba sola, y que te digan que tu hijo casi murió, que con adrenalina su corazón volvió a funcionar, para mí fue lo peor. Me senté en una esquina del hospital. Lo único que quería era que todo pasara» indicó Rafaella

 

La chica relató que la situación se originó tras varias consultas en la clínica de Chonchi, ubicada en la Isla de Chiloé. Allí, los médicos le informaron que su hijo padecía un simple resfriado y le indicaron paracetamol, para luego darle el alta.

Al final, una vez en Coquimbo y tras haber superado un paro cardiorrespiratorio, Joseph experimentó una notable mejoría. Con el paso del tiempo, los médicos fueron reduciendo gradualmente la dosis de anestesia.

Rafaella y su bebé permanecieron en la ciudad norteña durante siete días, hasta que el martes de esta semana abordaron un avión de regreso a Chiloé.

 

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