La siguiente exposición tiene como objetivo “llegar a un acuerdo con los acreedores para reestructurar tanto sus deudas como sus activos, con el fin de cumplir con los pagos pendientes”.
La empresa Ice Cream SpA, encargada de las heladerías Savory, ha solicitado al 12° Juzgado Civil de Santiago el inicio de un proceso de reorganización con el objetivo de evitar la bancarrota.
Según informa el Diario Financiero, esta solicitud tiene como propósito llegar a un acuerdo con los acreedores para reestructurar tanto sus deudas como sus activos, con el fin de poder cumplir con los pagos pendientes.
El motivo de esto es que la compañía cuenta con 117 establecimientos y emplea a 818 trabajadores, lo cual ha generado una deuda que supera los $15 mil millones. Los principales acreedores de la empresa son el Banco Scotiabank, Nestlé Chile y Santander Chile.
¿Cuáles fueron los factores que condujeron a esta situación?
Desde la empresa operadora de las heladerías Savory, se detalló que esta situación se produjo debido a “factores completamente ajenos al negocio”, como el estallido social y la pandemia de covid-19.
“La decisión se tomó porque, al igual que muchas empresas del sector, nos encontramos en un momento difícil de compromisos financieros causados por el ‘Estallido Social’ y la pandemia, que provocaron el cierre total de nuestras tiendas, aumentos en los costos de logística, mano de obra e insumos”, señalaron.
Este contexto impidió “el desarrollo normal de nuestras actividades y el cumplimiento de nuestras proyecciones de negocios y compromisos financieros con acreedores y proveedores”.
Según sus datos, durante las protestas de 2019, diez locales de Savory fueron vandalizados. “Debido al impacto en los niveles de seguridad y confianza de los clientes, fue necesario cerrar y, en otros casos, operar en horarios muy limitados”, dijo el abogado Ricardo Reveco de Carey al Diario Financiero.
A pesar del panorama desalentador, se informó que se han realizado “esfuerzos significativos para abordar la situación, llevando a cabo una reestructuración tanto en las operaciones como en el ámbito financiero. Aunque actualmente se están obteniendo buenos resultados, esta opción se vuelve necesaria para ser responsables, cumplir con los acuerdos y dar continuidad a la operación de la empresa”.